tag:blogger.com,1999:blog-48093792139849013442024-03-05T11:56:49.074+01:00La Ciencia del HoyBlog de ciencia de Germán Torres, prebiólogo y divulgador científico en prácticas.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.comBlogger17125tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-10757827682084836312012-05-27T22:39:00.001+02:002012-05-29T01:10:08.650+02:00Fermentaciones históricasCuando se repasa la historia de la humanidad resulta curioso
comprobar cómo nuestra especie ha venido utilizando ciertos métodos y procesos bioquímicos para
su beneficio durante milenios sin tener
ni la más remota idea de qué los causaba. Un ejemplo lo encontramos en el uso
de la fermentación para la producción de pan, cerveza o vino, productos cuyo
consumo se cree que era ya habitual en la antigua Mesopotamia, en los albores
de la civilización.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De hecho, algunos de los textos más antiguos que existen,
correspondientes a gravados cuneiformes en tablillas de arcilla halladas durante
excavaciones arqueológicas en estas regiones del Oriente Próximo, contienen
descripciones de la elaboración de diferentes variedades de vino y cerveza a
partir de cultivos de vid y cereales hace más de 3.000 a.C. Por su parte el pan,
si bien era igualmente consumido por sumerios y babilonios no se sabe con
certeza si éstos empleaban la
fermentación para fabricarlo o simplemente conocían el pan ácimo, es decir, sin
fermentar. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Fue la cultura egipcia quien heredó estos métodos y los
perfeccionó aplicando, ahora sí, la fermentación a la elaboración del pan, que
era obtenido a partir de cebada o trigo. Los egipcios generalizaron el consumo de la cerveza y el
vino habiendo constancia de ello en numerosas representaciones en paredes de
tumbas y otros edificios, y también en textos escritos en papiros, en los que
incluso aparecen alusiones a las desagradables consecuencias de la embriaguez.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero ni los sumerios, ni los babilonios, ni los egipcios, ni
ningún otro pueblo o civilización que disfrutara de los beneficios de estos
productos su hasta bien entrado el siglo XIX fue consciente de que los causantes
de la fermentación eran organismos vivos, concretamente los hongos
microscópicos a los que hoy nos referimos como levaduras. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHzj1xd0O9Fp7HT-YkNmy0hiCShYCybRB6yObIhizA64O9AdNicdJR0gpyzjl5d6nav7PyicpQINWkkqd_u87q_uWjkPL3J1RIo0DOLECW8sgur8wDDab7t9fQB35QOaZyRko3_q2gLAQ/s1600/200px-Tableau_Louis_Pasteur.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHzj1xd0O9Fp7HT-YkNmy0hiCShYCybRB6yObIhizA64O9AdNicdJR0gpyzjl5d6nav7PyicpQINWkkqd_u87q_uWjkPL3J1RIo0DOLECW8sgur8wDDab7t9fQB35QOaZyRko3_q2gLAQ/s1600/200px-Tableau_Louis_Pasteur.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Pasteur en su laboratorio</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin embargo, este desconocimiento es entendible ya que la
capacidad para observar microorganismos como las levaduras no fue posible hasta
la invención del microscopio moderno. Fue el químico francés Louis Pasteur
quien observó por primera vez lo que ocurría durante el proceso de la
fermentación alcohólica del vino con la ayuda de un microscopio y descubrió que
en él intervenían organismos vivos y que, por lo tanto no se trataba de un
proceso meramente químico como se venía pensando hasta entonces.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Gracias a este descubrimiento y a posteriores
investigaciones bioquímicas hoy sabemos que tanto el pan como el vino y la
cerveza se obtienen de la fermentación llevada
a cabo por la levadura <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sacch<span id="dtx-highlighting-item">a</span>romyces
cerevisi<span id="dtx-highlighting-item">a</span>e</i>
y que consiste en la oxidación incompleta y en condiciones anaeróbicas (en
ausencia de oxígeno) de ciertos compuestos (generalmente carbohidratos),
obteniéndose un producto final.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En el caso del pan la levadura, gracias a determinadas
enzimas, descompone los azúcares presentes en la harina de cereales (generalmente
trigo) obteniéndose alcohol etílico y dióxido de carbono en forma de burbujas,
quedando este último atrapado por el gluten de la harina lo que provoca que el
pan se hinche y adquiera su característica textura esponjosa. Para las bebidas
alcohólicas el proceso es similar obteniéndose vino a partir del mosto y
cerveza a partir de la cebada.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Actualmente, gracias al conocimiento de las bases bioquímicas
tras la fermentación, la fabricación de estos productos es explotada a nivel
industrial en todo el mundo. Sin embargo, mucho tiempo atrás, algún sumerio descubrió por casualidad los
beneficios de este proceso y los dio a conocer. Esta casualidad ha permitido a
la humanidad disfrutar de uno de los alimentos más comunes y de las bebidas
alcohólicas durante miles de años sin saber siquiera de la existencia de sus
responsables, las levaduras.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
NOTA: esta entrada participa en la <b><a href="http://cajadeciencia.blogspot.com.es/2012/05/xiii-carnaval-de-biologia.html" target="_blank">XIII Edición del Carnaval de Biología</a> </b>cuyo blog anfitrión es <a href="http://cajadeciencia.blogspot.com.es/" target="_blank"><b>Caja de Ciencia</b></a>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://cajadeciencia.blogspot.com.es/p/xiii-carnaval-de-biologia.html" target="_blank"><img border="0" height="123" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqYy_JRbFSdFEq8s4iYYqQExLDc4NBOtCQ43PClR8g4pwu3lU2APdtBYtgQyEGr0DmNXsex1qTCrVtACBf6IT-qFsJ5iNjphlFUY7sU05_c4d4TYNW77urG4zhzRFtwQvtYWUazgyL29s/s400/carnaval+biologiaXIII.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-79473238931879527692012-05-21T10:24:00.002+02:002012-05-21T10:25:29.589+02:00JoF, divulgación de calidad a coste ceroSin duda la idea de crear este blog es una de las mejores
que he tenido en mi vida. Poder escribir sobre algo que me gusta y compartirlo
con todos vosotros, transmitir todas esas ideas que voy adquiriendo y hacerlo
de una manera entretenida y didáctica a la vez es algo que me llena de
satisfacción personal. Y en el fondo eso es de lo que se trata la divulgación
científica, de acercar la ciencia a todo
el mundo, de despertar interés por ella.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es por ello que, cuando uno de mis profesores de la
universidad me preguntó si estaría interesado en escribir un artículo para
cierta revista, mi respuesta fue un rotundo “sí”. Fue así como entré en
contacto con el magnífico equipo de trabajo de la revista digital Journal of
Feelsynapsis (JoF) quienes me trataron como a uno más desde el principio y
aceptaron mi propuesta de colaborar con ellos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="http://feelsynapsis.com/" target="_blank">Feelsynapsis</a> es una iniciativa creada por jóvenes
emprendedores cuyos objetivos son la divulgación científica de calidad (y
gratuita) y la facilitación, a través de su sitio web, de numerosos recursos
útiles para aquellos que se dedican a la ciencia, tanto si son veteranos como
principiantes. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDGVnbxmZb8kEiJrSpC6E1VeletILsjq7bxHttI4NmgXjv_sYnW0BO8WPijAyYOSfSSfpCuZDEoS2BF9ZiytxF9KdEgn-SMEHifpMuNzaM5LpJItQXRmrZjWfHmENBjIrqPUH2mZhI5to/s1600/portadaJoF4bajacalidad.png" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDGVnbxmZb8kEiJrSpC6E1VeletILsjq7bxHttI4NmgXjv_sYnW0BO8WPijAyYOSfSSfpCuZDEoS2BF9ZiytxF9KdEgn-SMEHifpMuNzaM5LpJItQXRmrZjWfHmENBjIrqPUH2mZhI5to/s200/portadaJoF4bajacalidad.png" width="142" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Portada de JoF nº 4</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Uno de los proyectos divulgativos más importantes con los
que cuenta actualmente esta iniciativa es la ya mencionada revista JoF, la cual
contiene artículos redactados por expertos de todas las áreas de la ciencia.
Además, lo más interesante es que el acceso a la lectura de dichas
publicaciones es completamente gratuito y pueden visualizarse online o
descargarse en formato PDF sin necesidad de registrarse ni ningún otro tipo de
requisito.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El cuarto y último número hasta la fecha fue publicado el
pasado sábado y, aunque aún no he tenido tiempo para leerlo detenidamente, me bastó
con echar un vistazo para estar absolutamente seguro de que su contenido es de
una calidad sobresaliente. Encontramos por ejemplo un magnífico análisis del
concepto de especie de la mano de Rafael Medina o la descripción detallada de
los mecanismos epigenéticos por José Luis García Jiménez, además de otros
muchos artículos interesantes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En la sección “JoF en las aulas” podéis leer mi artículo,
titulado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Breve historia de lo que somos.
De las partículas elementales al pensamiento</i>. En él, tal y como da a
entender el título, realizo un pequeño recorrido por los acontecimientos que
hicieron posible la constitución de la materia viva y reflexiono sobre nuestro lugar
en la evolución y todo aquello que nos diferencia del resto de seres vivos y de
la materia inerte. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin nada más que añadir simplemente quiero recomendaros a
todos que le echéis un vistazo a las publicaciones de esta magnífica revista
que no son sino el fruto de la colaboración de un gran <a href="http://feelsynapsis.com/jof/colaboradores.html" target="_blank">equipo de trabajo</a>, del
cual no podría estar más orgulloso de formar parte.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pulsa <a href="http://feelsynapsis.com/jof/index.html" target="_blank">aquí</a> para acceder a las publicaciones de JoF</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-32929920328647470492012-05-14T18:34:00.000+02:002012-05-14T23:02:59.237+02:00Más allá de las estrellas<i>Dedicado a Ainara Pérez Morón por sugerirme que escribiera sobre este apasionante tema.</i><br />
<br />
Viajar por el espacio ha sido, históricamente, uno de los
mayores sueños de la humanidad. Esta fascinación por alcanzar lo inalcanzable,
por descubrir qué es lo que se esconde más allá de las estrellas y los planetas
ya observados en la antigüedad, se refleja en el sinfín de ficción que ha sido
generada a lo largo del tiempo con esta temática.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Asimismo, desde los tiempos en los que el filósofo griego Plutarco
(siglo I)
concibió un viaje a la luna en su relato <i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">De Facie in
Orbe Lunae </span></i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">hasta las más modernas producciones cinematográficas en las que
aparecen todo tipo de naves espaciales con diferentes sistemas de propulsión,
los fundamentos científicos utilizados por los autores para dar verosimilitud a
sus viajes interespaciales han venido siendo cada vez más precisos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La mayoría de estos autores,
en su intento por dotar de credibilidad a sus ficticios viajes, exprimen al
máximo las posibilidades contempladas por las teorías físicas como la
relatividad general, apostando por naves que alcanzan velocidades cercanas o
incluso superiores a la de la luz. Veamos por qué. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkM8wwICgczmqhXENktkRpHo9YvmyuiIysW95kx_O3kHjvXm2i8-zXGuG3qrmjFfa-mB0Afu-KeJfy-o0npu2khQK7tY6Q-HNeZiT3BNH8JaC7SLySyroO1BIlKszKenFM5TDMb89T0mQ/s1600/apollo-11.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkM8wwICgczmqhXENktkRpHo9YvmyuiIysW95kx_O3kHjvXm2i8-zXGuG3qrmjFfa-mB0Afu-KeJfy-o0npu2khQK7tY6Q-HNeZiT3BNH8JaC7SLySyroO1BIlKszKenFM5TDMb89T0mQ/s320/apollo-11.jpg" width="152" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Apolo 11 despegando</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Como todos sabemos, el 20
de julio de 1969 el Apolo 11 completó con éxito el primer alunizaje tripulado
de la historia, lo que para muchos supuso el mayor hito científico jamás logrado.
Fue entonces cuando el comandante Neil Armstrong, primer ser humano en pisar la
superficie lunar, pronunció su más que famosa frase <i>“un pequeño paso para un
hombre, un gran salto para la humanidad”</i>, y vaya si lo fue.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin embargo, aunque la nave
alcanzó su objetivo y lo hizo en un plazo de tiempo considerablemente corto, lo
cierto es que siendo realistas el sistema de propulsión con el que contó (combustión
de queroseno básicamente) no resultaría viable de cara a futuras expediciones
espaciales con destinos más lejanos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El cohete despegó el 16 de
julio y tardó cuatro días en alcanzar la superficie del satélite. Después de
casi un día de actividad, el Apolo 11 puso rumbo a la Tierra y finalmente
aterrizó el 24 de julio, por lo que la misión duró 8 días en total. Pero la
distancia entre nuestro planeta y la Luna es de unos </span>384.400 km,
mientras que la distancia que separa la Tierra del planeta más cercano, Venus,
es de aproximadamente 42 millones de km, unas ciento diez veces mayor.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esto significa que, en las mismas condiciones y si todo
fuera bien, un viaje a Venus de ida y vuelta rondaría los 500 días, es decir,
cosa de un año y medio. Aun así sería plausible en cuanto a duración pero,
¿duraría un combustible de tipo químico como el queroseno durante más de un año? No a menos que el depósito fuera
excesivamente grande, por lo que la longitud capaz de recorrer nuestra nave
pasaría a estar estrechamente limitada por el tamaño de esta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Eso si el destino fuera
Venus, claro. Por ejemplo, si quisiéramos viajar hasta Neptuno tendríamos que
recorrer nada menos que </span>4.500.000.000 km y, para llegar a la galaxia más
cercana a nuestra Vía Láctea, Andrómeda, se estima que unos 2,56 millones de
años luz (2.36 *10<sup>19</sup> km)<sup>2</sup><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">. Es por ello que este tipo de tecnología quedaría descartada para
viajes espaciales más allá de los planetas más cercanos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por lo tanto, para viajar a nuestro antojo por
el espacio tendríamos que recurrir a nuevas tecnologías y desarrollar fuentes
de energía mucho más duraderas y eficientes que el resto de combustibles
utilizados hasta ahora en las misiones espaciales. Como ya he dicho, la
ciencia-ficción nos aporta numerosas ideas, algunas disparatadas, otras no tanto.
Y no olvidemos que no sería la primera vez que se escribe sobre algo mucho
tiempo antes de que sea inventado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una alternativa evidente y plausible podría ser
la utilización de la propulsión atómica, es decir, la fisión nuclear como
fuerza impulsora de una hipotética nave. El funcionamiento sería similar al que
se produce en cualquier central nuclear y se estima que una nave diseñada con
esta tecnología podría realizar viajes de más de diez años y una velocidad
mucho mayor que la lograda hasta ahora. Sin embargo este sistema, aunque sería
muy útil para desplazarse entre planetas cercanos de nuevo quedaría limitado al
entorno de nuestra galaxia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lógicamente y
como contrapartida también se contempla la posibilidad de utilizar la
fusión nuclear. Esta consiste en la unión de dos elementos ligeros para formar
uno pesado, con la consecuente liberación de una gran cantidad de energía, que
podría llegar a ser unos diez millones de veces superior a la de un cohete
químico dada la misma masa de combustible. No obstante la fusión nuclear sigue
siendo un objetivo pendiente de la ciencia actual, que aún no ha sido capaz de
recrearla de forma controlada, mientras que en las estrellas tiene lugar
continuamente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una de mis alternativas favoritas (aunque una de las menos
probables) es la de los agujeros de gusano. Este término hace referencia a la
existencia de un puente entre dos puntos del espacio (y del tiempo) a través
del cual se puede llegar de un extremo al otro en menos tiempo y recorriendo
una distancia menor de la aparente. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6Nhqa_zHZl-A0ixVwUnRg8oCPd4Q9-RPmihfxKRXA1BC9nSE66abTDDkglIuxsiogDRZbI0dffuewFQIRCsh9zr7gku6oqO6klsISMsSm-lI-OgjO0bGL_rSsnadQdozDt2dFjrhUSHU/s1600/AgujeroGusano%5B1%5D.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6Nhqa_zHZl-A0ixVwUnRg8oCPd4Q9-RPmihfxKRXA1BC9nSE66abTDDkglIuxsiogDRZbI0dffuewFQIRCsh9zr7gku6oqO6klsISMsSm-lI-OgjO0bGL_rSsnadQdozDt2dFjrhUSHU/s1600/AgujeroGusano%5B1%5D.JPG" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Representación de un agujero de gusano</td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este fenómeno es más fácil de entender si imaginamos que
todo nuestro universo se dispusiera sobre la superficie de un globo lleno de
aire, es decir, sobre la goma externa. Los agujeros de gusano unirían dos
puntos de la superficie del globo a través del interior, donde se encuentra el
aire. De esta forma se podría viajar de un punto a otro en línea recta, en
lugar de recorrer la distancia curva que los separa en la superficie.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pese a sus grandes ventajas, todavía no se ha demostrado
científicamente la existencia de estos atajos espacio-temporales, aunque su
existencia ha sido deducida mediante fórmulas matemáticas a partir de la teoría
de la relatividad general. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por último una opción que me parece muy interesante es la de
las llamadas velas solares. Este tipo de naves utilizarían fuentes de energía
ajenas a ellas, es decir, energía lumínica procedente del sol o de otras
estrellas (del mismo modo que las placas solares) o bien de ondas
electromagnéticas. Pese a que la velocidad de dichas naves no igualaría a la de
algunos de los sistemas de propulsión que he mencionado éstas presentarían la
gran ventaja de obtener energía prácticamente ilimitada.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Otros mecanismos de propulsión utilizados en la ciencia
ficción se basan en la utilización de
antimateria, explosiones nucleares o incluso en distorsionar el propio universo
(propulsión warp).</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En cualquier caso, lo cierto es que llegará un momento en el
que viajar por el espacio deje de ser cuestión de cumplir un sueño para
convertirse en una verdadera necesidad. Dentro
de algunos billones de años nuestro sol se convertirá en una gigante roja, su
tamaño será mucho mayor que el actual y la energía que desprenda hará imposible
la supervivencia de la vida en nuestro planeta. Así que más nos vale lanzarnos
al espacio en busca de nuevos mundos antes de que empiece a hacer calor, mucho
calor.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-90047066094448878902012-05-04T20:04:00.000+02:002015-08-21T00:53:02.155+02:00¿Cómo nos afecta el estrés?<div style="text-align: justify;">
El estrés se define como una respuesta fisiológica que se
activa como mecanismo de defensa ante situaciones que exceden los recursos del
organismo que ha de enfrentarse a ellas y que, por tanto, las percibe como
amenazantes. Este mecanismo puede resultar útil ya que advierte al organismo de
la necesidad inminente de buscar una forma de hacer frente a tales situaciones,
además de aportar energía y excitación necesarias para tal fin.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin embargo, es frecuente que individuos sometidos a
episodios de estrés acaben padeciendo síntomas negativos tales como problemas
de memoria, falta de concentración, contracciones musculares involuntarias
(tics) y, si estos episodios se continúan durante largos periodos pueden
desembocar en problemas mayores como el insomnio o incluso llevar a la
depresión, entre otros trastornos psicopatológicos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Desgraciadamente la lista de consecuencias malignas del
estrés no acaba ahí sino que, por el contrario, continúa alargándose día a día.
De hecho, cada vez más investigaciones apuntan a una estrecha relación entre el
sistema nervioso central (SNC) y el sistema inmunológico (SI) y a que existen
numerosas vías como la del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) que, ante
el estrés, desencadenan respuestas fisiológicas con efectos inmunosupresores.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esto acarrea importantes y serios problemas de salud como el
aumento del riesgo de contraer enfermedades infecciosas o cardiovasculares y la
acentuación de los síntomas asociados a ellas. Un ejemplo de respuesta
producida por el eje HPA es la secreción de hormonas corticoides como el
cortisol que conlleva un aumento de la glucosa en sangre e inhibe la acción de
determinados compuestos encargados de estimular la actividad de los linfocitos,
con lo que aumenta la vulnerabilidad a gentes patógenos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Además, está constatado experimentalmente que el desarrollo
de multitud de enfermedades es desfavorable en aquellos pacientes que han
sufrido episodios de estrés recientes o que reaccionan negativamente al ser
conscientes de que padecen dicha enfermedad. De forma contraria, aquellos
pacientes que reciben apoyo social y mantienen una actitud optimista ante su
enfermedad son los que mejor evolucionan a ella. Y esto se ha llegado a probar
en casos de infecciones del virus VIH e incluso de tumores.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
Sin duda estos hallazgos constituyen una prueba irrefutable
de que la psique influye en los procesos fisiológicos y de lo beneficioso que
resulta mantener una actitud optimista ante la vida. Como suele decir el Dr.
<a href="http://www.marioalonsopuig.com/" target="_blank">Mario Alonso Puig</a>, médico español y especialista en liderazgo y gestión de
estrés, enfrentarse a un problema real (como una enfermedad) con coraje y con
esperanza es lo que te da la fuerza y la energía necesaria para afrontarlo y
superarlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-84282858949011818442012-04-28T13:52:00.000+02:002012-05-04T20:11:33.694+02:00Un mundo de emocionesTanto si reímos, como si lloramos, o nos ilusionamos o nos
dejamos llevar por la pasión, en cualquiera de estos casos estamos respondiendo
sin duda a un fenómeno emocional, a una emoción.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
Y es que las emociones
gobiernan nuestras vidas. Con frecuencia nuestra forma de comportarnos en la
vida cotidiana es un reflejo de las emociones que predominan en nosotros. Así,
si tenemos un buen día en que afloran en nosotros emociones positivas como la
satisfacción, la ilusión o la gratitud tendemos a comportarnos de una manera
más empática hacia los demás, nos comportamos mejor, somos más felices en
definitiva.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero ¿qué es realmente una emoción? Para la mayoría de la
gente simplemente están ahí, nos hacen sentir bien o mal pero uno no suele
pararse a pensar en por qué están ahí o por qué nos hacen sentir de una forma o
de otra. Bien, ante todo debemos entender que una emoción no es otra cosa que
el resultado de un conjunto de interacciones entre distintos componentes
intracelulares de nuestro cuerpo (neurotransmisores, hormonas…) que terminan
liberando alguna sustancia en el cerebro como la <a href="http://lacienciadelhoy.blogspot.com.es/2011/12/personalidad-codificada.html" target="_blank">dopamina</a>, de la que ya he
hablado en otra ocasión, y que acaba generando una sensación de placer, en su
caso.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por lo tanto es razonable pensar que una emoción es un
fenómeno de carácter tan puramente fisiológico como lo puede ser una distensión
muscular, un infarto de miocardio o una respuesta inmunitaria ante un agente
patógeno. Y, al igual que los músculos, el corazón o nuestro maravilloso
sistema inmunitario, nuestro mecanismo emocional tiene su origen en un proceso
evolutivo basado en la selección natural. Es decir, en un momento dado de
nuestra historia evolutiva el hecho de sentir odio o alegría supuso una gran
ventaja genética, por lo que los genes que regulaban los procesos fisiológicos
relacionados con las emociones se transmitieron de generación en generación,
dando lugar a lo que somos hoy en día.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y esta ventaja evolutiva tiene un sentido innegable si lo
piensas. Como bien dijo Michael Shermer, historiador y editor de la revista
Skeptic (Escéptico), en el evento científico <a href="http://www.blogger.com/goog_910370031"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La</i> </a><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://www.ciudaddelasideas.com/" target="_blank">Ciudad de las Ideas</a> </i> que tuvo lugar en México el pasado mes de
noviembre, una emoción afectiva como el amor tiene un propósito evolutivo si asumimos
que un niño recién nacido en los inicios de la humanidad tendría mayor
probabilidad de sobrevivir si existiera un vínculo afectivo emocional entre sus
progenitores que hiciera que cuidaran de él conjuntamente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por otra parte emociones negativas relacionadas con la
agresividad como la ira cobran igualmente un propósito evolutivo si
retrocedemos en el tiempo. ¿Qué habría sido de las primeras agrupaciones
humanas si no hubiesen actuado violentamente ante otro grupo de personas que
amenazara su propia supervivencia? Puede que ahí radique la explicación a por
qué tendemos a enfrentarnos a nuestros vecinos como sucede a menudo con las
enemistades históricas sin fundamento entre poblaciones adyacentes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En cualquier caso debemos ser conscientes de que nuestro
mecanismo emocional es un regalo de una utilidad asombrosa que la evolución nos
ha dado y que, aprender a gestionar las emociones como ya propuso el psicólogo
estadounidense Daniel Goleman con su libro <i>Emotional Intelligence</i> (en
español <i>Inteligencia emocional</i>) publicado en 1995, es la clave para
tener una vida plena y satisfactoria.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como he dicho al principio sentir emociones positivas no
sólo afecta a nuestro estado de ánimo sino a la manera en que actuamos y nos
relacionamos con los demás. Por eso es
tan importante mantenerse en un estado emocional positivo. Encuentra lo que te
hace verdaderamente feliz y dedícate a ello, haz cosas que te gusten, rodéate
de personas que te gusten, ríe, juega… porque esa es la manera que tenemos los
humanos de encontrar la felicidad, que es lo que todos buscamos al fin y al
cabo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-38878299005772145952012-04-20T18:06:00.000+02:002012-05-14T22:58:14.634+02:00Una ventana a la longevidad¿Es posible retrasar el envejecimiento? Seguramente la
respuesta a esta pregunta esté clara para aquellos que siguen la actividad de
Eduard Punset, quien ha repetido hasta la saciedad que la esperanza de vida se
está prolongando a un ritmo de dos años y medio cada década. Pero no me estoy
refiriendo a ese aumento paulatino que parece estar produciéndose en la
población general a causa de los avances en higiene y salud pública.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A lo que realmente me refiero es a la posibilidad de
prolongar la esperanza de vida de una persona concreta, posponiendo su
envejecimiento y, por lo tanto, permitiéndole vivir más años que al resto de la
población a la que pertenece. Al parecer, los estudios que se han llevado a
cabo sobre cierto compuesto químico desde su descubrimiento en los años 60
podrían dar pie a esta posibilidad. Este compuesto es conocido como rapamicina.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La rapamicina debe su nombre a la isla de Pascua (Rapa Nui
para los nativos) famosa por los emblemáticos moái, unas esculturas de piedra
monolíticas que rodean toda la isla. Fue en una expedición llevada a cabo con
motivos comerciales en 1964 cuando se halló en una muestra de tierra la
bacteria <i><span style="color: windowtext; text-decoration: none;"></span></i><i><span style="color: windowtext;">Streptomyces</span> hygroscopicus</i>, capaz de sintetizar la rapamicina de forma
natural.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMNNnhKAEdZIwCNqboHQGIzHYerV-kTyqSh5c62rAuWBoRIWLh49WltZjEK5vbMJRk864MdnaVjn2FIDgIUckW0gMrmS6dDaaCnP9mcxwyGIfh_nM7cT_UeUswq-bL4siTFm1BpjEl86w/s1600/easter_island-moai-statue.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMNNnhKAEdZIwCNqboHQGIzHYerV-kTyqSh5c62rAuWBoRIWLh49WltZjEK5vbMJRk864MdnaVjn2FIDgIUckW0gMrmS6dDaaCnP9mcxwyGIfh_nM7cT_UeUswq-bL4siTFm1BpjEl86w/s320/easter_island-moai-statue.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tres de los más de seiscientos moáis repartidos por la isla de Rapa Nui</td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aunque no tardaron
en realizarse investigaciones sobre las propiedades de este fármaco no fue
hasta el año 2009 cuando aparecieron las primeras evidencias de su capacidad
para retrasar el envejecimiento en ciertas especies. Esto se debe a que en un
principio la rapamicina, debido a sus propiedades inmunodepresoras, fue
empleada para evitar el rechazo de órganos trasplantados. Actualmente la
rapamicina también es empleada en el tratamiento de determinados tipos de
cáncer ya que es capaz de frenar el crecimiento tumoral.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin embargo, el
mayor descubrimiento se produjo cuando se identificó la diana de la rapamicina,
que resultó ser el producto de un gen llamado <i>TOR</i>, el cual parece estar
implicado en el crecimiento de numerosas especies entre ellas gusanos,
insectos, plantas, levaduras y mamíferos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este hallazgo
supuso un rayo de luz para la gerontología, disciplina científica dedicada a la
búsqueda del alargamiento de la vida en personas de avanzada edad y mejorar la
calidad de vida de las mismas. Hasta entonces, los mayores logros en
gerontología se habían basado experimentos de restricción calórica en diversas
especies pero los intentos por encontrar fármacos con este tipo de propiedades
habían resultado un fracaso. A partir de este descubrimiento la investigación
en torno a la rapamicina se encaminó hacia su posible influencia en la
longevidad. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como ya he dicho,
fue en el 2009 cuando se publicaron los resultados de tres experimentos
paralelos financiados por el Instituto Nacional del Envejecimiento de EE.UU. en
los que se había tratado ratones con rapamicina. Dichos resultados no dejaban lugar
a dudas, la rapamicina aumentaba entre un 9 y un 14 por ciento la esperanza de
vida máxima (promedio de la edad alcanzada por el diez por ciento de la
población que más años vive) de los ratones. Por lo tanto, la rapamicina pasó a
ser el primer compuesto en generar resultados fértiles en el campo de la
gerontología y, para muchos, una ventana abierta a la longevidad.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por supuesto,
aunque los resultados obtenidos con ratones aportan una perspectiva bastante
optimista, la posibilidad de extrapolar la investigación a nuestra especie está
todavía lejos de plantearse. Para empezar, todavía no se conoce con exactitud
el papel del gen <i>TOR </i>en el proceso de envejecimiento ni que otros genes
participan en él. Actualmente se piensa que el producto de <i>TOR </i>es solo
un componente de un complejo enzimático que, además, interactúa con otros
complejos y, en conjunto, llevan a cabo diversas funciones dentro del
metabolismo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por ello, la
utilización de rapamicina en humanos con este fin no será viable hasta que se
conozca con exactitud el funcionamiento de las distintas rutas metabólicas que
participan en el envejecimiento y como interaccionan entre ellas y con otras
rutas, ya que de lo contrario los efectos secundarios en el organismo serían
imprevisibles. Por ejemplo, el gen <i>TOR </i>parece que también desempeña un
papel crucial en el crecimiento de un individuo durante sus primeras etapas de
desarrollo, con lo cual su inhibición podría ocasionar problemas de
crecimiento.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Además, como ya he
dicho, la rapamicina es un inmunodepresor, por lo que su utilización podría
desembocar en problemas inmunitarios como el aumento de colesterol en sangre,
provocar anemia o retrasar la curación de heridas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pese a estos
posibles inconvenientes, no debemos cometer el error de descartar la
posibilidad de aplicar la rapamicina u otros compuestos de este tipo en el futuro,
ya que su utilización no solo retrasaría el envejecimiento sino que podría
llegar a paliar (o incluso anular) enfermedades asociadas a la vejez tales como
la demencia, la osteoporosis o la sordera, entre otras.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Localizar los genes
que participan en el proceso de envejecimiento y entender cómo sus productos
interaccionan a nivel metabólico podría desembocar en la síntesis de compuestos
específicos que actuaran contra los síntomas de la vejez y permitieran un
alargamiento significativo de la vida “útil” desde el punto de vista laboral y
una mejora en la calidad de vida desde el punto de vista personal.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Para acabar diré
que no soy partidario de las teorías fatalistas sobre el aumento de la
población y de la esperanza de vida. En mi opinión el gran problema al que nos
enfrentamos no es la escasez de recursos sino la incorrecta utilización que
hacemos de los mismos. Invertir en tecnologías eficientes que respeten el medio
ambiente y los ecosistemas, energías renovables no contaminantes y edificar de
forma sostenible son objetivos mucho más importantes que impedir el aumento de
la población desde mi punto de vista.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La esperanza de
vida humana va a aumentar tanto si se hace uso de compuestos como la rapamicina
como si no, eso es un hecho. Por lo tanto, debemos ser conscientes de ello y
empezar a adaptar nuestra sociedad a este cambio que, sin duda, ya se está
produciendo. Para empezar, los gobiernos deberían ir planteándose la
posibilidad de redistribuir el trabajo, es decir, si vivimos más años gozando
de buena salud también podemos trabajar más años pero reduciendo las jornadas
laborales y aumentando los periodos vacacionales.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De esta forma,
nuestra sociedad seguiría funcionando pero aumentaría significativamente la
calidad de vida, ya que se reduciría considerablemente los índices de casos de
estrés y todas las enfermedades que llevan asociados. Ante todo debemos
considerar que la especie humana es la única cuyo objetivo ha dejado de ser sobrevivir y reproducirse sino mejorar nuestra calidad de vida.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Os dejo con un enlace
a una entrada del blog de Punset, desde donde podréis descargar un breve
artículo en el que reflexiona sobre el aumento de la esperanza de vida y la
redistribución del trabajo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="http://www.eduardpunset.es/13130/punset-en-los-medios/%c2%bfcomo-influye-el-aumento-de-la-esperanza-de-vida" rel="bookmark" title="¿Cómo influye el aumento de la esperanza de vida?">¿Cómo influye el aumento de la esperanza de vida?</a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Información extraída de Investigación y Ciencia nº 426</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-1163421100195947002012-03-18T14:14:00.000+01:002012-05-14T23:12:01.975+02:00La curiosa historia de Mary TifoideaA finales del siglo
XIX la enfermedad de la fiebre tifoidea era común entre los habitantes
de Norteamérica, causando miles de casos con una alta tasa de mortalidad. Pero
entre 1900 y 1915 se produjeron una serie de brotes en el estado de Nueva York
que destacaron sobre todos los demás. Lo curioso de estos casos fue que,
aparentemente, no parecía existir nada que los estuviera causando ya que se
analizaron los posibles alimentos que podrían haber transmitido la enfermedad a
los afectados y ninguno de ellos parecía ser la fuente. Es por ello que la
causa habría pasado desapercibida de no haberse hallado una relación entre
dichos casos. Pero no se trataba de ningún alimento sino de una persona, una
mujer llamada Mary Mallon…<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La fiebre tifoidea es causada por la bacteria <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Salmonella typhi</i>, pariente cercana de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Salmonella typhimurium</i>, el agente
causante de la salmonelosis. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">S. thypi </i>se
contrae al ingerir agua o alimentos que contengan la bacteria y se puede
contagiar vía fecal-oral, lo que significa que una persona infectada con
hábitos “poco higiénicos” puede contagiar a otras personas si, por ejemplo, tratara
físicamente con algún alimento que éstas vayan a ingerir. Bien, resulta que
Mary Mallon era cocinera y, además, fue la primera persona en ser diagnosticada
como portadora asintomática de fiebre tifoidea.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En aquella época todavía no existían evidencias de que un
individuo sano pudiera ser portador de una determinada enfermedad sin que esta
le afectase por lo que a nadie se le pasó por la cabeza sospechar de aquella
joven cocinera irlandesa que gozaba de buena salud. Al menos hasta que George
Soper, un investigador de salud pública contratado por una de las familias
afectadas, se dedicó a realizar pruebas a todas aquellas personas que hubiesen
estado en contacto con sus clientes previamente a que éstos enfermasen.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando le llegó el turno a la cocinera, Soper trató de
localizarla y descubrió que el resto de familias para las que había trabajado
también habían contraído la enfermedad e incluso se habían producido casos de
muerte. Al fin dio con ella y trató de convencerla para que se sometiera a los
análisis pero Mary se negaba a aceptar que ella pudiera ser la causante de
aquellos brotes. De hecho hicieron falta cinco policías para conseguir sacar a
Mary (que se defendía con uñas y dientes) de su casa y obligarla a ser
examinada por una doctora.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJcqgZYYAB6eaKQOr6O7-R4ljrGq5K1eQnB9HUPuMR2v1tNKsh0rqMaT-k7EQC9RSj0ForNAsF02YKmr6IhAHk3unSX4wumnKe1_ZNuD8Hiy1s4rHsaZecgOME-Tq-POYYcy-79Ir-lms/s1600/Mallon-Mary_01.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJcqgZYYAB6eaKQOr6O7-R4ljrGq5K1eQnB9HUPuMR2v1tNKsh0rqMaT-k7EQC9RSj0ForNAsF02YKmr6IhAHk3unSX4wumnKe1_ZNuD8Hiy1s4rHsaZecgOME-Tq-POYYcy-79Ir-lms/s320/Mallon-Mary_01.jpg" width="204" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La prensa habla de Mary Tifoidea</td></tr>
</tbody></table>
Finalmente se consiguió demostrar que Mary era una portadora
y, ante el peligro que suponía para la salud pública, las autoridades
decretaron que Mary Mallon debía ser trasladada a un hospital en la isla de
North Brother en estado de cuarentena. Durante los tres años que pasó confinada
en aquella isla su caso adquirió gran fama y pronto se la empezó a conocer como
“Mary Tifoidea”. Después de aquél periodo Mary fue puesta en libertad tras
firmar un contrato con el Departamento de Salud Pública mediante el cual se
comprometía a no volver a trabajar con alimentos nunca más. Desgraciadamente la
cosa no acabó ahí.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En 1915 tuvo lugar un nuevo brote de fiebre tifoidea en un
centro de maternidad neoyorkino y, de nuevo, todo parecía señalar como culpable
a una cocinera que decía llamarse Mary Brown. Efectivamente, Mary cambió su
apellido para continuar trabajando como cocinera sin que se la relacionase con
Mary Tifoidea. Esta vez Mary Mallon fue confinada de por vida a North Brother,
donde murió de apoplejía en 1938.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Espero que la historia de Mary no os haya quitado las ganas
de cenar en vuestro restaurante favorito. Afortunadamente, los sistemas de
control de calidad y sanidad con los que contamos a día de hoy son mucho más
eficientes que los de aquella época. Aún así, la problemática que se da en esta
historia todavía está lejos de resolverse. Existen una gran cantidad de
enfermedades que pueden contagiarse por medio de portadores asintomáticos. Un
ejemplo claro son las conocidas enfermedades de transmisión sexual, uno de los
grandes problemas de salud pública de nuestro tiempo. Es por ello que siempre
es recomendable realizarse análisis periódicos en centros especializados. Al
fin y al cabo, saber que lo tienes no va a hacer que dejes de tenerlo, pero
puede evitar que otra persona se contagie.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-58412415078202241482012-02-25T21:00:00.000+01:002012-05-04T20:12:13.662+02:00"Hormigas zombis"Los mecanismos que utiliza la naturaleza para seleccionar
aquellas especies que deben sobrevivir son, en ocasiones, extremadamente
curiosos.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Un sorprendente ejemplo es la especie <i>Dicrocoelium dendriticum</i>. Este parásito pertenece al filo de los
Platelmintos (grupo de animales que incluye a las famosas tenias),
concretamente a la clase Trematodos. Esta clase se caracteriza por contener especies cuyos ciclos de vida
requieren de varios organismos hospedadores. Esto se traduce en que el
desarrollo de estas especies consta de varios estados y cada una de ellos
necesita a un organismo diferente al que parasitar para poder desarrollarse,
pudiendo ser estos hospedadores los humanos en algunos casos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Concretamente, el ciclo de <i>Dicrocoelium
dendriticum </i>consta de tres hospedadores, dos de los cuales son considerados
intermediarios, un caracol terrestre y una hormiga. El hospedador final suele ser
una vaca.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Así, el ciclo comienza cuando los
huevos producidos por un individuo adulto son ingeridos por un caracol
terrestre. En su interior tiene lugar el desarrollo de tres de los estados de
esta especie: miracidio, esporocisto y cercaria. Las cercarias son expulsadas
en forma de bolitas que quedan embebidas en la baba que el caracol va dejando a
su paso, a la espera de ser ingeridas por alguna hormiga incauta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero lo realmente curioso es lo que
sucede una vez que estas bolitas (que pueden contener unas 100 cercarias) son
comidas por el segundo hospedador intermediario de ciclo, las hormigas. Y lo
que sucede es que, una vez en el interior de la hormiga, estas cercarias se
desarrollan hasta alcanzar el siguiente estado, convirtiéndose en metacercarias,
las cuales tienen la curiosa propiedad de ser capaces de migrar hasta el
cerebro de la hormiga ¡y cambiar su comportamiento!</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Así es, aquellas hormigas que sufren
esta especie de control mental abandonan la rutina social de la colonia a la
que pertenecen y actúan por su cuenta, comportándose de un modo muy singular.
Lo que hacen estas “hormigas zombis” es trepar por el tallo de ciertas plantas
hasta alcanzar las hojas. Una vez llegan a las hojas se anclan a estas
utilizando sus mandíbulas, de forma que quedan suspendidas y totalmente
expuestas. De esta forma la probabilidad de que estas hormigas sean ingeridas
por una vaca que busque alimento en las hojas es mucho mayor que en el caso de
las hormigas normales que únicamente se encuentran en el suelo. Una vez que la vaca se come las hojas
de las que cuelgan “hormigas zombis” el ciclo continúa y las metacercarias
continúan hasta convertirse en individuos adultos capaces de producir huevos
que serán expulsados con las heces de la vaca, con lo cual el ciclo volvería a
empezar.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El fenómeno que tiene lugar en el
cerebro de estas hormigas es una maravilla evolutiva, producto seguramente de
miles de años de coevolución. La explicación de este tipo de procesos es difícil
de encontrar pero hay que tener en cuenta que la evolución es un mecanismo de
la naturaleza y, por tanto, fruto de la casualidad, de la selección natural. El
hecho de que el ciclo biológico completo de <i>Dicrocoelium dendriticum </i>requiera
un cambio en el comportamiento de uno de sus hospedadores puede resultar
inverosímil, pero posible al fin y al cabo, ya que la observación empírica nos
demuestra que ocurre de forma natural.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ante todo debemos evitar cometer el
error de considerar este fenómeno como fruto de una intencionalidad de
sobrevivir por parte de <i>Dicrocoelium dendriticum</i>. El Trematodo no
controla intencionalmente a la hormiga sino que su presencia en el cerebro de
esta debe liberar algún tipo de sustancia que altera su comportamiento
habitual.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El
por qué la evolución hace posible ciclos biológicos tan complejos como en este
caso es muy difícil de explicar pero la clave para entenderlo es comprender que
todo aquello que somos capaces de observar es porque ha sobrevivido, y lo ha
hecho por casualidad y no por intención propia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los primeros individuos de la especie <i>Dicrocoelium
dendriticum </i>probablemente tuvieron dificultades para completar su ciclo de
vida, hasta que una cercaria migró por primera vez hasta el cerebro de la
hormiga que lo hospedaba y produjo casualmente el cambio en su comportamiento
que favoreció que ésta fuera ingerida más fácilmente por el hospedador final,
la vaca. En el momento en que tuvo lugar este proceso la selección natural actuó
a su favor, pues los individuos capaces de llevarlo a cabo adquirieron una gran
ventaja evolutiva respecto al resto, de forma que aquellos que podemos observar
a día de hoy son precisamente los que poseen esta ventaja.<br />
<br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-17507756104594603702012-02-13T13:40:00.001+01:002015-08-21T00:57:19.587+02:00El pobre Wallace<div style="text-align: justify;">
<i>Dedicado a Ramón B. que sé que estaba ansioso por leer mi siguiente entrada.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando se habla de biología, es prácticamente imposible obviar los avances que el naturalista inglés Charles Robert Darwin aportó a esta disciplina científica. De hecho, para la mayoría de la gente, Darwin es considerado el padre de la biología moderna por haber sido capaz de explicar la existencia de todas las formas de vida que existen y han existido con una sola teoría, una sola idea, la Selección Natural.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Bien, no digo que dejemos de otorgarle ese reconocimiento (yo mismo empecé a interesarme en la biología cuando conocí por primera vez sus ideas), pero a menudo tendemos a olvidar a otro gran científico que, de forma independiente, llegó a las mismas conclusiones que el propio Darwin y, además, lo hizo en menos tiempo. Como ya os habréis imaginado, me refiero al también británico Alfred Russel Wallace.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Pero, si ambos desarrollaron la misma teoría y el propio Darwin reconoció que parte de sus conclusiones las había obtenido gracias a Wallace, ¿por qué fue Darwin quien recibió prácticamente todo el mérito y reconocimiento? ¿Por qué la mayoría de gente no sabe que Wallace consta oficialmente como el codescubridor de la Selección Natural?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Es muy probable que la respuesta a estas preguntas esté, tristemente, relacionada con la diferencia entre el nivel económico y la posición social de estos dos naturalistas del siglo XIX. Para empezar, Darwin, nacido en una familia acomodada y prestigiosa (tanto su padre como su abuelo fueron reconocidos médicos), contó desde siempre con el apoyo de la comunidad científica, pues ésta tenía grandes expectativas puestas en él.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Esto le abrió muchas puertas y, de hecho, hizo que prácticamente fuera invitado a participar en calidad de naturalista en el segundo viaje del <i>HMS Beagle</i>. Esto le benefició enormemente pues se trataba de una embarcación de la Marina Real Británica con la misión de cartografiar las costas de Sudamérica y realizar mediciones cronométricas alrededor del mundo, por lo que Darwin pudo viajar fácilmente y con privilegios por todo tipo de lugares como las conocidas islas Galápagos, lo que contribuyó enormemente a la concepción de su teoría evolutiva.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Por el contrario, Wallace tuvo mucha menos suerte en el ámbito económico. De hecho, el objetivo principal de sus viajes fue el de recolectar especies exóticas de insectos para venderlas después a coleccionistas del Reino Unido. A la vuelta de su primer viaje a Brasil, donde pasó más de cuatro años recolectando especímenes y tomando notas de sus observaciones, su barco se incendió y sus tripulantes tuvieron que abandonarlo, perdiéndose por lo tanto todo el material que había recolectado. Se dice que se vio tan desesperado ante semejante situación que casi se ahoga por intentar salvar uno solo de estos especímenes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
En un viaje posterior al archipiélago malayo llegó a recolectar más de 120.000 ejemplares e identificó más de 1.000 especies desconocidas, una de ellas <i>Rhacophorus nigropalmatus</i>, la famosa rana voladora de Wallace. Además, en ese viaje trazó la llamada línea de Wallace, que dividía a dicho archipiélago en dos partes que, pese a su proximidad geográfica, presentaban especies con adaptaciones muy diferentes, lo cual indicaba historias evolutivas independientes. Pero lo más importante fue que sus observaciones le llevaron a plantearse la idea de la Selección Natural como mecanismo evolutivo, lo cual no tardó en comunicarle a Darwin, con quien ya mantenía contacto por escrito.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Así que podéis imaginaros la sorpresa de Darwin cuando en 1858 recibió un artículo de un joven que contenía a grandes rasgos la esencia de una teoría en la que había estado trabajando durante más de veinte años. Además, en dicho artículo aparecían exactamente las palabras “selección natural”, las mismas que el propio Darwin había escogido para sintetizar su teoría. Wallace, que por aquél entonces era un admirador del trabajo de Darwin, le pedía que revisara el artículo y propusiera su publicación si lo creía conveniente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Así que Darwin no tuvo más remedio que publicar un artículo conjunto en el que se incluía una parte redactada por él y otra con el material que le había enviado Wallace, lo que supuso (o debería haber supuesto) la pérdida del derecho de originalidad de Darwin respecto a una parte de su teoría. Este artículo se llamó <i>Sobre la tendencia de las especies a crear variedades, así como sobre la perpetuación de las variedades y de las especies por medio de la selección natural</i>, título cuya longitud es proporcional a la trascendencia que adquiriría, ya que fue el preámbulo de la posterior publicación (esta vez por parte de Darwin únicamente) del manuscrito <i>El origen de las especies</i>, considerado a día de hoy la base de la biología evolutiva. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Sin embargo, como ya he dicho, fue Darwin quien recibió la mayor parte del mérito hasta el punto de que durante mucho tiempo hemos llamado “darwinismo” a la corriente de pensamiento que estudiaba la evolución desde la perspectiva de la Selección Natural (actualmente se le llama “neodarwinismo” o “síntesis evolutiva moderna”). Como curiosidad, ayer se celebró el Día de Darwin con motivo de los 203 años que han transcurrido desde su nacimiento. Wallace, no obstante, no cuenta con un privilegio similar.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pero lo curioso de todo esto es que si Darwin no hubiera recibido aquella carta tal vez nunca se hubiera decidido a publicar su teoría, ya que como él mismo reconoce en su autobiografía le invadía un gran temor ante la repercusión que ésta podría tener en la sociedad de su tiempo, fundamentada en el creacionismo. Tal vez si Wallace hubiese decidido publicar sus ideas por su cuenta sería él, y no Darwin, considerado como el padre de la biología moderna. Puede que fuera, al fin y al cabo, su admiración hacia Darwin la culpable del escaso reconocimiento social con el que cuenta a día de hoy.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-4494825595416830092012-01-30T19:36:00.002+01:002012-02-09T20:37:08.788+01:00Leyes cuánticas para el universo...¿y para la vida?<div style="text-align: justify;">
Tenía pensado escribir algo sobre Alfred Russel Wallace pero, como suele ocurrir a menudo, la vida nos da sorpresas imprevisibles. Resulta que ayer vi un capítulo del programa de Punset (con el que siempre aprendo mucho) en el que entrevistaba a Vlatko Vedral, físico de la universidad de Oxford. Hablaron de física cuántica y otros temas relacionados y la verdad es que me llamó tanto la atención que no me he podido esperar para ponerme a hablar sobre ello. Así que me temo que el pobre Wallace va a tener que esperar.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Para Vedral, el universo no estaría formado por materia y energía, como a todos nos parece obvio, sino por unidades de información. De un modo similar a cómo nuestros ordenadores realizan todas sus complejas funciones en base a un sencillo lenguaje de bits de información, el universo podría estar haciendo lo mismo, solo que de una forma más compleja y mucho más eficiente, utilizando la mecánica cuántica.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A diferencia de los ordenadores, que utilizan bits binarios simples con dos posibilidades (cero y uno), los llamados bits cuánticos (o qubits) presentarían una u otra posibilidad o bien las dos a la vez. Esto daría sentido a algunos fenómenos que han traído de cabeza a científicos de la talla de Albert Einstein, la superposición y el entrelazamiento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Según la física cuántica, un mismo objeto puede estar en varios sitios simultáneamente, siempre que no haya un observador controlando dicho objeto, pues el mero hecho de observarlo conllevaría que el objeto tuviese una única ubicación y no todas a la vez. A este hecho extraordinario se le conoce como superposición. Además, existiría una interacción entre el mismo objeto (con sus diferentes ubicaciones) a la que los físicos llaman entrelazamiento, de forma que la alteración de una de sus posibilidades alteraría al resto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por muy complejo que pueda sonar esto, lo cierto es que ya se está empezando a aplicar estos fenómenos cuánticos a nuestra tecnología. Desde hace ya un tiempo se están intentando crear los llamados ordenadores cuánticos. Éstos estarían basados en qubits y no en los bits tradicionales y permitirían llevar a cabo funciones mucho más complejas y resolver problemas de una forma mucho más rápida y eficiente que los ordenadores actuales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero lo que de verdad me impactó de la entrevista (tal vez porque tiene que ver con mi campo de estudio) fue lo que Vlatko Vedral llamó “biología cuántica”. Los que pueden parecer dos conceptos que no tienen nada que ver (a mi no se me habría ocurrido juntarlos en la vida) resulta que podrían estar más relacionados de lo que parece.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Según Vedral, los seres vivos utilizan la mecánica cuántica en algunos de sus procesos, lo cual explicaría la extremada efectividad con la que los realizan. Un ejemplo sería la fotosíntesis, reacción que se da en las plantas y algunos microorganismos y que consiste en la obtención de energía útil para su metabolismo a partir de la luz. Según parece, los organismos fotosintéticos optimizan tanto este proceso que podrían estar utilizando la coherencia cuántica a nivel celular. Otro proceso en el que parece estar implicada la mecánica cuántica es en la capacidad de magnetorrecepción que presentan determinadas aves y que les permite orientarse a la hora de realizar sus migraciones. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Creo que esta nueva disciplina tiene un gran potencial y promete grandes resultados, como obtener un conocimiento más exacto de fenómenos biológicos y la posibilidad de aplicar los fenómenos cuánticos al campo de la computación. Además, considero a la biología cuántica como un indicador claro de que el futuro de la ciencia está en la multidisciplinariedad, en el estudio de fenómenos desde la perspectiva de diferentes ámbitos científicos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por cierto, como veréis en mi siguiente entrada, al igual que sucede con los objetos en la física cuántica, la idea de la Selección Natural se encontraba en dos lugares distintos a la vez, en dos grandes mentes del siglo XIX, en la de Charles Darwin y en la de Alfred Russel Wallace.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Os dejo el enlace a la entrevista. No tiene pérdida.</div>
<br />
<a href="http://www.redesparalaciencia.com/5298/redes/2011/redes-94-la-incertidumbre-del-universo-cuantico" rel="bookmark" style="color: blue;" title="Redes 94: La incertidumbre del universo cuántico">Redes 94: La incertidumbre del universo cuántico</a><span style="color: blue;"> </span><br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-54834548447084582152012-01-22T17:06:00.001+01:002012-01-23T15:34:17.235+01:00Defendiendo a Gaia<div style="text-align: justify;">
La primera vez que escuché las ideas que plantea la Hipótesis de Gaia recuerdo que me parecieron curiosas, pero absolutamente falsas. Cuando, hará cosa de un año, uno de mis profesores de la universidad nos contó que era defensor de dicha hipótesis me quedé bastante sorprendido.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Me pareció muy curioso ver como aquél joven e inteligente profesor nos explicaba las razones que le hacían creer en Gaia y, aunque no consiguió convencerme, empecé a tener interés por este tema. Hoy, con un año más de experiencia y después de haberlo meditado bastante, puedo aseguraros que la hipótesis de Gaia ya no me parece tan falsa. Y de hecho voy a explicaros como he pasado de rechazarla a ser uno de sus defensores del mismo modo que mi profesor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
El químico inglés James Lovelock , cuando trabajaba para la NASA buscando indicios de vida en Marte, empezó a darse cuenta de que nuestro planeta presentaba condiciones (como la composición atmosférica) que no se daban en el vecino planeta rojo, y que además parecían estar relacionadas con la vida. ¿Eran estas propiedades las que causaban la vida o era al contrario? Tal vez una pregunta más interesante sería, ¿forman estas propiedades parte de la vida?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Fue así como Lovelock llegó a concebir el planeta Tierra como un sistema autorregulado, incluso un superorganismo, un ser vivo. Al no ocurrírsele un nombre para este superorganismo buscó ayuda en su amigo escritor William Golding, autor de “El señor de las moscas”, quien le propuso llamarlo Gaia, en honor a la diosa griega de la Tierra. Así lo hizo, y en 1979 publicó sus ideas y nació la hipótesis de Gaia.<br />
<br />
Como era de esperar, no tardó en ocasionar todo tipo de críticas por tratarse de ideas poco convencionales. Sin embargo, encontró apoyo en la bióloga norteamericana Lynn Margulis, autora de la Teoría endosimbiótica.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
En una <a href="http://www.lacienciadelhoy.blogspot.com/2011/12/la-frontera-de-la-vida.html" target="_blank">entrada anterior</a> de este mismo blog reflexioné sobre la idea de que los virus fueran seres vivos y llegué a la conclusión de que no lo eran, ya que carecían de metabolismo, entre otras propiedades que considero imprescindibles para la vida. Imagino que os parecerá extraño que ahora os diga que creo que la Tierra es un ser vivo. Bien, repasemos una vez más las características de lo vivo.<br />
<br />
La mayoría de científicos coinciden (incluido yo) en que un ser vivo es una estructura limitada por una barrera que lo separa del medio externo, y que posee en su interior componentes y otras estructuras compartimentalizadas que cumplen una serie de funciones que, en conjunto, permiten un intercambio de energía y materia con el medio externo así como una gestión y modificación interna de dicha materia y energía (metabolismo).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Resumiendo la parrafada anterior un ser vivo consta de: una barrera que lo delimita y un metabolismo interno. Cabría añadir que todo lo anterior está autoorganizado y autorregulado.<br />
<br />
Cuando hablé de los virus también comenté que la célula se considera la unidad de vida independiente fundamental y, por lo tanto, debería cumplir los requisitos anteriores. Sabemos que toda célula posee una membrana plasmática que la separa del medio externo, que contiene diversos componentes moleculares que se agrupan en estructuras compartimentalizadas cada una con su función propia, los orgánulos, y que éstos trabajan conjuntamente para posibilitar el metabolismo celular.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Si analizamos ahora a la Tierra lo primero que observamos es que está delimitada por una barrera, la atmósfera. Los seres vivos podríamos ser el equivalente a los orgánulos, ¿o no somos estructuras compartimentalizadas y especializadas en cumplir diferentes funciones? Es más, nos agrupamos formando estructuras mayores (empresas, comunidades, etc.) del mismo modo que las células forman tejidos, los tejidos forman órganos y éstos a su vez aparatos y sistemas. Y en conjunto, esos aparatos y sistemas componen al organismo como nosotros componemos el planeta en el que vivimos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Por último, ¿podríamos decir que la Tierra tiene metabolismo? Recordemos que el metabolismo es la herramienta que utilizamos para gestionar y utilizar la energía del medio externo para nuestro beneficio. La Tierra capta energía del Sol, un elemento externo, mediante los organismos fotosintéticos (plantas, fitoplancton, etc.). Las especies consumidoras primarias se comen a estos organismos obteniendo parte de su energía (el resto se libera al medio ambiente). Los consumidores secundarios nos comemos a los primarios y ocurre lo mismo. Cuando morimos, los descomponedores se alimentan de nosotros y la cadena vuelve a empezar. Se trata de la cadena trófica y, al fin y al cabo, ¿no es un modo de gestionar la energía que captamos del exterior? Lo es, se trata de un metabolismo a nivel macroscópico.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Además, todo lo que acabo de comentar está autorregulado y autoorganizado. Las cadenas tróficas, los ciclos biogeoquímicos, las corrientes oceánicas, la composición atmosférica. Todo parece estar planificado, adaptado a la vida y permitiendo a la vez la existencia de la misma.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Otra cuestión, si llegara a considerarse la Tierra como un ser vivo, ¿sería un ser vivo inteligente? En teoría, sí, ya que es capaz de captar estímulos, transformarlos en información y asimilar esa información para volverse autoconsciente de sí misma. Tengamos en cuenta que el proceso que acabo de describir es el que se lleva a cabo en nuestro cerebro y es lo que nos hace inteligentes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Es por eso que creo que el papel de nosotros, los humanos, como parte del planeta, es el mismo que el de las neuronas en nuestro cerebro. Después de todo es lo que mejor se nos da: compartir información. Y más aún hoy en día con las nuevas tecnologías que permiten la comunicación instantánea con cualquier parte del planeta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Y, ya por último, ¿por qué no extrapolar la vida a todo el universo? Al fin y al cabo la Tierra podría considerarse un “orgánulo” de un ser vivo superior, el universo. Pero claro, en este caso entraría en juego otra cuestión que también me planteé en una <a href="http://www.lacienciadelhoy.blogspot.com/2012/01/nos-engana-el-universo.html" target="_blank">entrada anterior</a>, la presunta infinitud del universo. Una vez escuché una frase que me llamó mucho la atención, decía: “somos el universo que se está volviendo consciente de sí mismo”. Tal vez esta sea la mayor verdad que he oído en mi vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<u><b>En honor a Lynn Margulis </b></u></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Aprovecho estas líneas para rendir un sincero homenaje a Lynn Margulis, biológa evolucionista de la que he hablado en este mismo post, ya que como algunos sabréis falleció el día 22 del pasado mes de Noviembre.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Su mayor aportación a la ciencia fue su Teoría Endosimbiótica Seriada o Teoría de la endosimbiosis, que propone que las células eucariotas que componen a los organismos superiores (como nosotros) surgieron hace millones de años a partir de una simbiosis entre organismos procariotas que se unieron para adquirir ventajas evolutivas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Además, entre sus aportaciones destaca su importante labor divulgativa y su defensa de la Hipótesis de Gaia, de la que os he hablado hoy.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En fin, por una gran científica que merece ser recordada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Gracias, Lynn. </div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-14837821773483435352012-01-16T15:17:00.001+01:002012-01-16T15:17:58.888+01:00ComunicadoSolo quería comunicar que he inhabilitado la sección Encuestas debido a que la aplicación que utilizaba daba algunos problemas.<br />
<br />
Posiblemente vuelva a colgar encuestas más adelante pero éstas serán temporales y aparecerán en el margen derecho de la pantalla.<br />
<br />
Un saludo,<br />
Germán <br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-36570145524684756382012-01-15T19:58:00.000+01:002012-01-15T20:11:22.598+01:00El lenguaje del cerebro<div style="text-align: justify;">
Imagina que recibes un regalo de algún conocido. El objeto está envuelto, así que le quitas el envoltorio. Imagina, además, que se trata de un objeto que no se parece a nada que hayas visto antes. Si comentaras las características físicas de ese regalo con la persona que te lo ha dado, con toda seguridad ambos lo describiréis de la misma forma, independientemente de que sea la primera vez que ves algo así y de que sólo lo hayas observado durante pocos segundos, ¿por qué?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La respuesta parece obvia: Porque el objeto es como es y cualquiera lo vería de la misma forma. Bien, si entendemos por “cualquiera” un ser humano como nosotros sí, pero os puedo asegurar que si un murciélago pudiera describirnos dicho objeto su versión sería bastante diferente. Podría determinar su ubicación, y seguramente su forma, pero no sería capaz de apreciar colores en él.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esto se debe a que su cerebro está diseñado para saber interpretar los ultrasonidos que emiten y reciben gracias a su sistema de ecolocalización, pero no para diferenciar la extensa gama cromática, cosa que sí podemos hacer nosotros. Así que, volviendo a lo de antes, el objeto no “es como es” sino que nuestro cerebro, al captar un estímulo (en este caso visual) lo interpreta de una determinada forma.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esa interpretación de los estímulos (responsable de nuestros sentidos) que realiza el cerebro se basa en lo que llamamos Código Neural. Entender y descifrar este código es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la Neurociencia. La clave para lograr este objetivo se encuentra en la interacción entre las millones de neuronas que componen el cerebro y el resto de nuestro sistema nervioso.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En el Sistema Nervioso Periférico, las neuronas que se unen a los órganos receptores captan estímulos y los transportan por extensas redes neuronales hasta el Sistema Nervioso Central, que se compone del encéfalo (incluyendo el cerebro) y la médula espinal. Allí, cada neurona contiene miles de prolongaciones que se comunican con otras neuronas, creándose así una extraordinaria y complejísima red de estas unidades, las cuales se trasmiten continuamente, mediante sinapsis, impulsos eléctricos, también llamados potenciales de acción.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es en medio de esta tormenta eléctrica cerebral donde residen nuestros recuerdos, así como la capacidad de percibir el mundo tal y como lo hacemos. En otras palabras, todo lo que pensamos, todo lo que visualizamos en nuestra mente, todo lo que sentimos, se corresponde con determinadas secuencias o trenes de potenciales de acción que viajan por nuestro cerebro en forma de electricidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Código Neural vendría a ser algo similar al Código Genético, siendo este último una correspondencia entre genes y proteínas que hace que una célula sintetice las proteínas que necesita para el funcionamiento de su metabolismo. Así, el Código Neural sería una correspondencia estímulo-señal eléctrica y señal eléctrica-respuesta que hace que podamos entender el medio que nos rodea y relacionarnos con él.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, pese a las numerosas investigaciones que se han llevado a cabo en este campo aún hoy seguimos sin lograr entender cómo las neuronas transforman un estímulo cualquiera en un impulso eléctrico y cómo el cerebro es capaz de interpretar dichos impulsos para generar pensamientos y almacenarlos en forma de recuerdos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aun así se han hecho grandes avances. Para empezar, estudios con roedores parecen indicar que los órganos mecanorreceptores (compuestos por multitud de neuronas) que se ubican en la base de los bigotes de estos pequeños mamíferos se agrupan en estructuras denominadas “barriles” y trabajan conjuntamente en la generación de impulso eléctricos. Así, cuando un bigote recibe un estímulo táctil, cada neurona del barril correspondiente crea un impulso, y este impulso estimula a neuronas adyacentes, lo que hace que estas a su vez generen nuevos impulsos eléctricos más débiles que los anteriores. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De esta forma, el estímulo no ocasiona únicamente un potencial de acción, sino una multitud de ellos, que viajan simultáneamente hasta el centro de procesamiento de información del cerebro, creando así una secuencia eléctrica única e irrepetible que permitirá diferenciarla de aquellas que hayan sido generadas por estímulos diferentes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Otro estudio, realizado en base a experimentos realizados por investigadores del Grupo de Neurocomputación Biológica de la Universidad Autónoma de Madrid, sugiere que no solo influye la secuencia de potenciales de acción en la información que se codifica sino el instante en el que se produce el estímulo, es decir, el factor temporal.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Concluyendo, cada vez estamos más cerca de descifrar el lenguaje del cerebro, pudiendo llegar a tener este conocimiento grandes implicaciones en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas y la recuperación de facultades mentales, además de contribuir a conocernos mejor a nosotros mismos.</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-55831933472052989162012-01-09T19:57:00.000+01:002012-01-09T20:14:14.380+01:00Genes fósilesLa enfermedad del escorbuto produjo una elevada cantidad de
muertes entre marineros durante la segunda mitad del milenio pasado, hasta que
a partir de 1777, por sugerencia del médico inglés Jacob Lind, se introdujo el
jugo de limón como parte de la dieta obligatoria de la marina inglesa, medida
que no tardaron en adoptar el resto de países.<br />
<br />
El escorbuto es producido por
una deficiencia en la síntesis del colágeno que, a su vez, es causada por la
falta de vitamina C o ácido ascórbico. Este compuesto actúa como coenzima
imprescindible en la ruta metabólica de la síntesis del colágeno, por lo que es
necesario ingerirlo en la dieta incorporando a ella cítricos como el jugo de
limón, entre otros alimentos.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero, ¿por qué los humanos necesitamos incorporar la
vitamina C a nuestra dieta? En otras palabras, ¿por qué no somos capaces de
sintetizarla nosotros mismos del mismo
modo que el resto de mamíferos? La respuesta es simple, el gen que codifica los
intermediarios necesarios para la síntesis de la vitamina C sufrió, en nuestro
caso, una mutación que hizo que perdiera su funcionalidad hace no menos de 40
millones de años.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A este gen en concreto se le llamó <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gulo</i> y, aunque ya no cumple su función, sigue incluido en nuestros
cromosomas como una especie de “gen fósil”, y no es el único. De hecho, estudios
estadounidenses en colaboración con Europa y Japón han llegado a identificar
más de 19.000 de estos genes “muertos” denominados formalmente pseudogenes, una
cifra bastante próxima a la de 21.000 genes activos que poseemos.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Estos pseudogenes, que a priori no tienen ningún valor, pueden utilizarse como una especie de
reloj molecular a la hora de estudiar la evolución del genoma
a lo largo del tiempo, del mismo modo en que los fósiles son utilizados para
estudiar la evolución y aparición de las especies. Esto se debe a que los
pseudogenes, precisamente porque ya no son funcionales, pueden acumular
mutaciones sin que ello afecte a su permanencia en el cromosoma, la cual tienen
asegurada. Por el contrario, los genes funcionales tienden a desaparecer cuando
acumulan mutaciones que afectan negativamente a la supervivencia del organismo
que los posee, ya que causan su muerte.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Actualmente se cree que algunos de estos pseudogenes podrían
desarrollar funciones de regulación
génica, es decir, que puedan ayudar a la expresión de otros genes. Es el caso
del pseudogén de la enzima óxido nítrico
sintasa (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">NOS</i>) o el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Makorin1</i>, entre otros, los cuales parecen
cumplir esta propiedad. Esto es un buen ejemplo de la gran capacidad de
adaptación que poseemos los seres vivos. En lugar de desechar genes que han
perdido la función que deberían desempeñar nuestro mecanismo genético guarda la información útil que pueda quedar
en los pseudogenes y le da una nueva función. Este mecanismo recuerda a la plasticidad
neuronal que posee nuestro cerebro y que permite que cuando un área del cerebro
queda dañada no se desperdicien los circuitos neuronales que la forman sino que
éstos se aprovechen para estimular otra área cerebral. Es lo que ocurre por
ejemplo cuando una persona pierde el
sentido de la vista y desarrolla el resto de sentidos como consecuencia.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero hay más, estudios recientes demuestran que algunos
pseudogenes tienen la capacidad de “resucitar”, es decir, recuperar la función
que perdieron e incluso de dar origen a nuevos genes funcionales con una
función diferente. Estos posibles protogenes estarían ahí, escondidos en
nuestros cromosomas, esperando a que algún cambio aleatorio les “devolviera a
la vida”, otorgándonos nuevas capacidades.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En definitiva, la investigación genética nos demuestra día a
día que los genes no sólo determinan lo que somos sino lo que una vez fuimos y
lo que podríamos llegar a ser.</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-48987575034776501252012-01-04T14:27:00.000+01:002012-01-04T18:43:49.615+01:00¿Nos engaña el universo?<div style="text-align: justify;">
“Cuidado con el infinito, el primer tío que se atrevió a
meterse con el infinito murió solo y en un manicomio”. Esas fueron las palabras
de mi profesor de fundamentos matemáticos refiriéndose a Georg Cantor,
matemático alemán nacido en 1845.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cantor, que a día de hoy es considerado uno de los
matemáticos más importantes de la historia, trabajó en la teoría de conjuntos y desarrolló la teoría de los
números transfinitos. Esto último hizo que fuera ridiculizado por sus
contemporáneos (incluso por amigos y profesores) ya que se trataba de una
teoría revolucionaria. Fueron estas críticas junto con algunos problemas
personales lo que hizo que perdiera la cordura y llegara a considerarse a sí mismo como un profeta
elegido por Dios para comunicar la existencia del infinito. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Afortunadamente, aunque la triste historia de Cantor es un
ejemplo de lo que puede pasar por “meterse” con la idea del infinito,
actualmente contamos con excelentes científicos que se atreven a desafiar a
este complicado concepto. Concretamente, los astrofísicos Jean-Pierre Luminet y Glenn D. Starkman y el
matemático Jeffrey R. Weeks, en un artículo publicado en la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://www.investigacionyciencia.es/" target="_blank">Investigación y Ciencia</a> </i>(versión
española de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Scientific American</i>),
cuestionan la presunta infinitud del universo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En dicho artículo se explica que, aunque a primera vista nos
parezca que el cosmos tiene dimensiones infinitas, podríamos ser víctimas de
una ilusión creada por la luz que rodea a todo el universo. Este fenómeno es
más fácil de entender con el ejemplo de la “caja de infinito”. Imaginaos que
introducimos tres bolas en una caja cuyas paredes están tapizadas por espejos,
de forma que éstos producirían infinitas imágenes de dichas bolas en todas las
dimensiones del espacio. Del mismo modo, la luz haría el papel de los espejos,
mientras que las bolas se corresponderían con el conjunto de todas las galaxias
que componen el universo, de forma que nosotros, desde nuestra ubicación,
observaríamos un universo aparentemente infinito cuando en realidad lo que
vemos no son más que copias de todas las galaxias, incluida la nuestra.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Según estas explicaciones, observaciones astronómicas podrían acabar descubriendo
versiones de la Tierra de épocas anteriores. Imaginad poder asistir a
acontecimientos históricos como si de una película se tratase. Por increíble
que parezca podría ser posible.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin embargo, la idea de un universo finito con una dimensión
definida y cuantificable presenta un gran inconveniente ya que, si tiene fin,
necesariamente ha de tener un límite. Y si tiene un límite debe haber algo al
otro lado y, lo que hay al otro lado, ¿no sería también parte del universo e
implicaría su infinitud?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ante este problema,
en el artículo se plantean diversas teorías que se basan en posibles
estructuras que podría adoptar el universo y que permitirían que fuese finito
y, además, no tuviera límite. Estas complejas estructuras corresponderían a un
universo plegado sobre sí mismo y cuyos límites se unirían, de forma que si
alguien alcanzase uno de los límites
automáticamente aparecería en el límite opuesto. Sería algo similar a lo que
sucedía en el famoso juego del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Comecocos</i>,
en el cual se podía escapar de los fantasmas a través de un pasillo que
comunicaba con el otro extremo de la pantalla.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo curioso de esto es que si el universo resultara ser
finito probablemente algún día llegaremos a calcular sus dimensiones pero, si
fuese infinito, nunca encontraríamos pruebas concluyentes de ello y por lo tanto
nunca llegaríamos a saber la verdad de su naturaleza.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En cualquier caso, la realidad es que el concepto de infinito es tan sumamente
complejo que quizá lo mejor sería no meterse con él, como diría mi profesor, y
dejárselo a expertos como los que he nombrado antes, quienes nos demuestran con sus investigaciones que
están preparados para ello.</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-5770424445326701782011-12-29T13:10:00.000+01:002011-12-29T13:33:31.096+01:00La frontera de la vida<div style="text-align: justify;">
La historia de la biología, como la de tantas otras ciencias,
está plagada de grandes debates que han provocado largas (y a menudo calurosas)
discusiones intelectuales entre científicos destacados de diferentes épocas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por
poner un ejemplo, la polémica propuesta de Darwin sobre la evolución de las
especies a partir de un único antecesor común recibió duras críticas por parte
de los defensores del creacionismo durante decenios, y aún hoy no termina de
ser aceptada en todo el mundo, aunque sí en la mayor parte. Pero hay un debate en
la actualidad que encuentro de especial interés, ya que en él entran en
juego los criterios según los cuales
decidimos lo que caracteriza la vida. Me refiero a la polémica sobre si los
virus son seres vivos o no.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Si atendemos a la Teoría Celular, atribuida a los alemanes <span lang="ES-TRAD">Schleiden
y Schawnn (entre otros autores) y uno de los dogmas fundamentales de la
biología, nos dice que la célula es la unidad fundamental de vida
independiente. Según este criterio el problema estaría resuelto, ya que los
virus son estructuras acelulares, pero para los defensores más estrictos de la
vida de los virus este argumento resulta insuficiente.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
<span lang="ES-TRAD"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Desde otro punto de vista, se suele considerar vida
todo aquello que cumple lo que llamamos funciones vitales, es decir, las
consabidas nutrición, relación y reproducción. Bien, de los virus sabemos que
únicamente cumplen “a medias” la última de ellas. Y digo a medias porque, si
bien es cierto que poseen material genético (ya sea ARN o ADN) y son capaces de
originar a partir de él replicas de sí mismos, lo cierto es que son incapaces
de hacerlo sin ayuda, ya que se apoderan del metabolismo de la célula que
infectan para ello. Además, hasta el más simple parásito celular “busca” activamente
organismos de los que beneficiarse, mientras que los virus actúan cuando
literalmente chocan con una célula a la cual son capaces de infectar.</span><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Actualmente parece estar llegándose a un convenio
según el cual se consideraría vivo a un virus durante la fase en la que éste se
está replicando y, el resto del tiempo, no serían más que materia inerte. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Sea como sea, en lo que toda la comunidad científica
está de acuerdo es en que los virus se encuentran en el umbral de la vida. </span><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Como opinión personal diré que no estoy de acuerdo
en que los virus sean considerados entidades vivas ya que carecen de una
propiedad que, desde mi punto de vista, es fundamental para los seres vivos, un
metabolismo propio. Además, la composición de los virus se limita a una molécula
de ácido nucleico cubierta por una cápside de proteínas y, de estos componentes
el único cuyas propiedades se aproximan a la vida es el primero, por contener
información genética. Por lo tanto, si consideráramos vivos a los virus por
poseer material genético aun siendo incapaces de utilizarlo por sí mismos, ¿no
deberíamos considerar también a la propia molécula de ADN como algo vivo? Habría
que tener en cuenta que el ADN es una estructura pasiva, ya que no se
replica por iniciativa propia sino que, cuando las ADN-polimerasas (enzimas de
las que carecen los virus) encuentran ADN (sea vírico o celular) disponible y
unas condiciones favorables en el medio, lo replican, mientras que el ADN se
“deja hacer”.</span><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En definitiva, el debate sobre si los virus deberían o no
ser incluidos en el selecto grupo de “lo vivo” está, probablemente, lejos de zanjarse. Mientras tanto, cada uno
es libre de mantener su opinión personal, pero siempre es bueno contar con la
información adecuada para poder opinar con criterio.</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4809379213984901344.post-63570556728185431512011-12-26T16:03:00.000+01:002011-12-29T12:51:43.311+01:00Personalidad codificadaHace algunos días estaba viendo un capítulo de <a href="http://www.redesparalaciencia.com/" target="_blank">Redes</a> en el que Eduard Punset entrevistaba a Dean Hamer, genetista de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos. La conversación entre estos dos grandes de la divulgación científica giraba en torno a la influencia que tienen determinados genes sobre la conducta humana.<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hamer, que defiende la hipótesis de la existencia de genes en nuestros cromosomas que determinan la personalidad, contó una anécdota curiosa con el fin de ilustrar este fenómeno. Contaba que el descubrimiento de uno de estos genes, concretamente el gen del receptor D4 de la dopamina, se produjo gracias a un experimento con ratas. A los desafortunados roedores se les implantó electrodos en el cerebro y fueron colocados en una jaula, de forma que cuando intentaban escapar de ella se les aplicaba una pequeña descarga eléctrica que hacía que retrocediesen. Sin embargo, y pese a las sucesivas descargas, una de las ratas parecía empeñada en escapar. Lo que se descubrió después fue que el electrodo de esa rata había sido colocado en una zona del cerebro llamada núcleo accumbens, encargada de la liberación de la dopamina, un neurotransmisor relacionado con la sensación del placer y la motivación. Lo que ocurría en realidad es que las descargas eléctricas producían un aumento en los niveles de dopamina del cerebro de la rata lo que, a su vez, hacía que ésta experimentase un placer inmenso cada vez que recibía una descarga, de forma que prefería recibirla a realizar otras actividades como comer o jugar.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Según Hamer, el gen del receptor D4 de la dopamina es el último regulador de la liberación de la dopamina y, citando sus palabras: “es casi como un termostato que determina de media lo feliz que es alguien”. Además de este gen, contaba que su equipo había localizado otros genes que podrían estar relacionados con aspectos de la conducta tales como la orientación sexual o incluso la espiritualidad.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Este descubrimiento podría tener implicaciones mucho mayores que a priori podrían pasar desapercibidas. Si, tal como afirma Hamer, la personalidad viene determinada por nuestros genes, significaría que el ADN no sólo contiene la información codificada necesaria para el desarrollo estructural y el mantenimiento de nuestro metabolismo, como se venía pensando hasta ahora, sino que también definiría nuestra forma de ser. En otras palabras, todo lo que somos estaría incluido en esa molécula helicoidal que se encuentra en cada una de nuestras células, como si del plano de una obra se tratase. Presumiblemente, podríamos contestar una de las dudas de carácter existencial más extendidas en la filosofía: ¿dónde se encuentra el alma? Hoy podríamos contarle a Descartes que se encuentra en nuestro genoma, como todo lo demás.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Sin embargo, que los genes determinen en gran medida nuestra personalidad no significa que seamos robots programados que no pueden cambiar su forma de ser. La experiencia y la interacción social también deben jugar un rol importante en la evolución de la conducta a lo largo de nuestras vidas. Aunque, tal vez en el futuro se descubran genes implicados en la capacidad para cambiar nuestra personalidad en función de nuestras experiencias.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Lo que está claro es que el estudio de los genes que determinan la personalidad es, cuanto menos, fascinante y nos acerca más al conocimiento de lo que somos realmente.</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10321578333359670360noreply@blogger.com8